15.6.10

John Locke

Para Locke, el ser humano en estado de naturaleza es libre y dueño absoluto de su vida y hacienda. Existe una ley natural que obliga a todo ser humano a respetar la vida, la salud y las propiedades de los demás.
Hay individuos que atentan contra esta ley y obligan a que se establezca un contrato entre individuos diferentes que garantice el respeto de esta legitimidad.
Todas las personas se imponen la obligación de respetar la libertad y las propiedades de los demás.
Se establecen las características y obligaciones del estado, pero el poder del estado no es absoluto, los gobernantes también están obligados a respetar las leyes. Así que hay una separación de poderes entre el legislativo y el ejecutivo.
El poder legislativo tiene como función dictar las leyes y el poder ejecutivo la función de velar por el respeto y la correcta ejecución de las leyes que el poder legislativo promulga.
La voluntad popular posee el derecho a controlas los posibles abusos que se cometan y que atenten contra las libertades individuales. El pueblo posee derecho a la revolución cuando los abusos del poder no permitan restablecer de otro modo el ordenamiento garantizado.

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